lunes, 29 de octubre de 2007

Tú y yo lo sabíamos

Es inútil seguir disimulando. Han quedado pantentes las verdaderas intenciones del gobierno y su séquito en cuanto a la "recuperación de la memioria histórica".
No ha sentado nada bien que ayer se hubiese beatificado a 498 religiosos españoles muertos en la Guerra Civil. Y por eso han ninguneado la ceremonia.
Estos religiosos fueron asesinados simplemente por su oficio y vocación, por lo que, según la definición de la Iglesia Católica, son mártires por mucho que escueza a algunos.
Pero claro, el verdadero significado de la recuperación de la memoria es el siguiente: Los asesinados del bando nacional eran unos fascistas que se lo merecían, eran todos unos señoritos acomodados, asesinos y torturadores enemigos de la clase obrera. Sin embargo, los del bando republicano eran intelectuales, librepensantes o proletarios humildes e inocentes. Por eso quieren converncernos ahora de que todos estos religiosos eran colaboracionistas de Franco que ordenaron asesinar a civiles inocentes ¿se puede caer más bajo? Y por esta misma razón, no tengamos miedo de que se anulen los juicios injustos del Frente Popular ni se indemnicen a las víctimas de las Chekas. Faltaría más.
Pero aquí, como en otros ámbitos, también hay verdades incómodas. Y no son ellos precisamente los que tienen la razón.

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