martes, 31 de agosto de 2010

Periodismo en España

Una vez al mes acudo a una tertulia en la que se debate, cada vez en un ámbito determinado, sobre la situación del periodismo en España. Me ha llamado siempre la atención de la poca autocrítica que ha salido en estas charlas.
Los periodistas españoles (de oficio y no sólo de carrera. Es una profesión con mucho intrusismo, pero merece la pena tratar el tema en otra entrada) lamentan que en nuestro país no exista ningún medio políticamente neutral u "objetivo". Mucha gente opina (yo me incluyo) que no existen ese tipo de medios porque no hay una demanda real de ese tipo de información. Quien se gasta un euro yendo al kiosko a por su diario o ve un informativo, normalmente busca una reafirmación de su manera de pensar. Gracias a internet, ahora es más fácil poder consultar varios medios y "contrastar".
Opino que el problema no es que no existan medios "neutrales", sino que los que hay no pretendan serlo. Público abre todos los días con un titular que bien podría subtitular como "Palabra de ZP. Te alabamos, Señor". La derecha cuenta con medios afines, pero ninguno tan sectario como el diario de Roures con el PSOE actual. El medio más parecido en ese ámbito, hacia el otro lado de la política española sería La Razón, un folleto oficialista del Partido Popular, si bien es cierto que no llega al seguidismo casi vergonzoso de los de Mediapro. El País y El Mundo, cada uno a su lado, tienen normalmente algo más de personalidad a la hora de tratar la información; pero siempre tienen momentos de cariño o ataque interesados. Intereconomía busca la demagogia fácil y se centra en sus frentes propios de guerra, muchas veces obviando la verdadera actualidad. Incluso existen "periodistas" que bien se dirían que son opinadores a sueldo de sus respectivos partidos, como Enric Sopena, Ignacio Escolar y Miguel Ángel Rodríguez.
¿Otra prensa es posible? No lo creo. Más importante que ser "neutral" es tener personalidad. En ese ámbito, de manera inexplicable, el periódico que consideran más respetable es El País. Muy mal estamos cuando el medio más leído de España (por haber menos medios de izquierdas) expulsa a redactoras por considerar terrorista al Ché Guevara, por temporadas se centra en ofrecer "contranoticias" a titulares muy comprometedores para el Gobierno del PSOE en El Mundo (recuérdese el auge del caso 11-M) ; y, según se cuenta, se permite vetar noticias a la izquierda y Rubalcaba da un repaso a la portada dando su visto bueno (o no) antes de cerrar la edición... ¡Pero si el mismo periodista que, indignado, consideraba indispensable que en España se crease un medio "independiente", reconocía después entre dientes que el medio que venía a promocionar (por estar en creación) tenía una línea editorial marcada!
Al margen de la neutralidad está el tema de la calidad. En esto tampoco se cumple aquello de lo que presumen: publicar algo, si es noticia ¡caiga quien caiga! A Intereconomía le tocó la china de hacer el ridículo tras el famoso montaje de Wyoming, pero entre carcajada y carcajada, nadie quiere recordar otros bochornos que evidencian la falta de contraste de información (o cosas peores) en estos medios patrios:
  • Rock & Gol emitió una entrevista, en su sección de humor, en la que un imitador, haciendo de batería de La Oreja de Van Gogh, decía que la vocalista en su próximo disco iba a ser Paulina Rubio. Todos los medios nacionales dieron esta información como noticia real.
  • La sección de humor de "El larguero", de la Cadena Ser, hizo una entrevista en la que un imitador de Luis Aragonés hacía unas declaraciones polémicas. En el informativo que se emite tras la finalización del programa, se dieron estas declaraciones como del que entonces era seleccionador nacional de fútbol.
  • En medio del caos entre el 11 y el 14 de marzo de 2004 (atentado terrorista en Madrid), la Cadena Ser aseguró que, tras consultar a tres fuentes solventes de la lucha antiterrorista (que, a pesar de no ser secretas, nunca se ha atrevido a revelar, por vergüenza), se habían econtrado terroristas suicidas en los trenes. Poco después se supo que no era cierto. Hasta ahí, tapándonos la nariz, podemos creernos que ha sido un error de interpretación o una falta de contraste de la información. Pero esta noticia venía orlada con detalles: los suicidas llevaban el cuerpo completamente depilado y varias capas de calzoncillos puestas. Sobre esto segundo, me cuesta más trabajo creerme que ha sido también un error de interpretación tan detallado y no una descarada mentira para manipular el ambiente a en contra del PP. Por cierto, que esto a Gabilondo le ha salido muy barato. Hasta le han hecho un hermano ministro y todo.
Por último, y como ya hemos comentado en otras entradas, en España parece que hay una especie de censura blanca, no reconocida, pero que limita aquello de lo que se puede hablar o debatir, aquello que se puede criticar o aquello que conviene ocultar o destacar. Sirva como ejemplo el empeño que tienen los medios de engordar a toda costa el número de víctimas de la violencia doméstica en aras del sensacionalismo, metiendo en el saco los crímenes pasionales que no tienen ningún tipo de antecedente violento.
Por supuesto, este artículo tampoco es objetivo. Ni pretende serlo. Al fin y al cabo, este blog no es para informar. Es para opinar.