lunes, 20 de julio de 2009

Honduras

Viendo toda la que se ha montado en Honduras, me vienen a la mente unas cuantas cosas. Las constituciones de los países más o menos avanzados preveen casos de actuación en caso de que el jefe de gobierno cometa un delito flagrante, pero ... ¿se podría llevar eso a la práctica realmente?
El caso de Honduras nos dice que no. Micheletti no es un usurpador que ha llegado al gobierno a lomos del ejército. Es un cargo electo democráticamente.
Si extrapolamos esto a Europa y más concretamente a España, yo sinceramente creo que nunca se llegaría a procesar judicialmente al presidente del Gobierno mientras estuviese en el poder. La primera razón ya es que la separación de poderes en este país es bastante relativa (por decir algo) y por otro lado ¿alguien realmente cree que, por ejemplo, nuestro entrañable ZP sería juzgado alguna vez ostentando su cargo, así se le hallasen pruebas de culpabilidad como organizador de algo como el 11-M? Yo no lo creo. Además de tener que saltar los muros manipuladores de varios ministerios y de ella misma, la acción de la justicia se deslegitimaría por algún grupo mediático que mienta a sabiendas y que, como ahora en Honduras, tacharía de golpista a quien ocupase el lugar del presidente procesado (porque, evidentemente, detrás de un presidente iría su partido, el nuevo siempre sería de la oposición ...), y todo se quedaría, como en el 96, en un adelanto de elecciones y un pacto de no agresión posterior.
La democracia es democrática, pero hasta cierto punto ...