sábado, 1 de agosto de 2009

Persépolis y Marjane Satrapi

Desde hace años sigue destacada en todas las tiendas de cómics la obra de Marjane Satrapi "Persépolis".
Siendo honestos, "Persépolis" no es ninguna obra maestra, ni por su historia ni desde luego por su dibujo, pero creo que merece la pena leerse por lo que cuenta sobre un mundo y una sociedad que sentimos bastante lejana. El resultado final es una autobiografía de la autora que describe la sociedad iraní antes y después de la caída del Sha.
Como cabe suponer, "Persépolis" tiene también marcada su ideología política (de izquierdas, por supuesto), aunque al menos Satrapi es bastante honesta en su narración, contando sobre todo las incoherencias con la ideología de su familia de muchos de sus actos ... aunque finamente las justificase (por ejemplo que hubiesen "adoptado" a una sirvienta interina cuando tenía sólo 8 años).
El objetivo final de la obra, como deja entrever la autora en un apéndice final que desvarata toda la honestidad que pudo tener el cómic, es mostrar al mundo que los iraníes no son muy diferentes que nosotros y que en su mayoría son gente normal ajena a la ideología radical del régimen de "los guardianes". El porblema es que Marjane cuenta y omite determinados detalles en la narración para dar la visión final que a ella le interesa, lejos de quedarse en la neutralidad.
En "Persépolis" se cuenta con pelos y señales el modo fraudulento en el que un militar de bajo rango al quien la autora perdona la vida, llega a convertirse en el Sha. También se justifica la revolución del 79 contra su tiránico régimen, una revolución supuestamente de izquierdas e intelectual ... Pero de lo que no se cuenta nada es de quién tomó el poder en ese momento ni de cómo se llegó en un año de una "revolución socialista" al régimen que padecen desde entonces.
Tampoco me parece que su retrato de la sociedad persa sea justo. Los personajes de "Persépolis" en los episodios que transcurren en Irán pertenecen todos a una clase social acomodada y con estudios, una minoría en ese país, que es razonable que estuviese en contra del régimen actual y del anterior ... Pero se oculta la visión que puede tener el grueso de la población iraní a ese respecto, que no tiene por qué ser el mismo ¿quizás porque no le interesa mostrarlo?
En la actualidad, Marjane Satrapi es la extrapolación de una titiritera afincada en Francia. El estado francés, desde la Revolución de 1789, tiene un laicismo casi enfermizo, aunque la mayoría de la población sea católica. Pero esto no parece bastarle a Marjane, a la que indigna la conmoción a nivel popular en ese país de la muerte del anterior Papa. También defiende la "libertad" de las mujeres a llevar el atuendo que tanto odiaba en su país y del que ella misma describe la manera en la que resulta represor y no necesariamente vinculado al Islam.
Como siempre, parece que sólo se hacen las cosas mal en occidente y dentro del cristianismo.