martes, 14 de agosto de 2007

Larga vida al Rock and Roll

Este fin de semana aparecía un artículo interesante de Pablo Molina en Libertad Digital acerca de Sherpa, legendario rockero español, ex-integrante de Barón Rojo. Él y su grupo fueron de los pocos que criticaron el felipismo en su época, sobre todo en su disco "Tierra de nadie", con canciones como "Picos de oro" o "Señor inspector". Y criticó casi en solitario el régimen de Fidel Castro.
Esto que se cuenta no debería ser algo extraño o sorprendente en una sociedad normal, en un país normal, pero parece que este no lo es ... ¿Cuántos grupos musicales o cantautores, excluyendo las tendencias más marginales y extremistas critican a un gobierno socialista? ¿Y a los regímenes comunistas? Ni siquiera los triunfitos, que en la primera edición le hacían la pelota a Aznar.
Parece que en España existe una dictadura dentro de las artes escénicas. Literalmente. O no muestras tus tendencias, o en público tienes que ser progre para poder pertenecer al gremio.
Recuerdo otro grupo heavy, Avalanch, que fue crucificado al sacar "Llanto de un héroe" (por cierto, muy recomendable), acusado de fascista, por tener canciones dedicadas a Pelayo o El Cid. Lo dicho, si esto no es una dictadura, que baje Dios y lo vea.
Pero el rock tiene otras virtudes sobre los géneros que imperan en los medios españoles. En general, cuando trata de transmitir un mensaje moralizador y ejemplificante, lo hace con una verdadera vocación de ser útil espiritualmente ... el pop y el rap, con honrosas excepciones, cuando lo intentan, lanzan mensajes comerciales para imbecilizar del tipo "no study, no job, no problem". Canciones como la mítica "Dolores se llamaba Lola" de Los Suaves, que cuenta en cómo se puede acabar por haber sido un haragán toda tu vida, son impensables en otros géneros. Incluso su cantante es a menudo menospreciado por haber sido policía ¿era más digno el oficio de Melendi antes de cantar?
Por desgracia, también existen excepciones. Mago de Oz, en sus discos antiguos, entre buenas letras (justo es decirlo) se meten odas a la drogadicción y al comunismo constantemente, y queriendo ser más papistas que el Papa, convierten a Jesús en Simón el Zelota en "El Jesús de Chamberí".
Al rock le toca en España ser el punto alternativo y rebelde también eso.

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