domingo, 19 de agosto de 2007

La tauromaquia

De poco le valió a Joan Clos declarar a Barcelona ciudad antitaurina, salvo para hacer el ridículo. Al fin y al cabo ¿cuál es el poder real de un alcalde para impedir corridas de toros? Ninguno. Lo que no sé es si metería la mano, reciclado para sustituír al bachiller de créditos milmillonarios que ahora preside la Generalitat para lograr que, por primera vez en la historia, TVE no emita ningún acontecimiento taurino, a pesar de que suelen tener buena audiencia. Parece que todo lo español apesta. Ya a Narbona se le escapó en un corrillo el desideratum de prohibir la fiesta nacional.
Esto no es más que otro indicio que corrobora las intenciones de ZP al frente del gobierno: hacer una España (o lo que quede de ella) a su imagen y semejanza, la propaganda y el adoctrinamiento. Aquí menos gobernar, se hace de todo.
ZP: TVE es la televisión que pagamos todos, y es para todos, no sólo para los progres. Para eso ya está Cuatro.

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