viernes, 14 de diciembre de 2007

La triste realidad

España sufre una enfermedad muy grave, casi letal, que se llama nacionalismo (el periférico, para que nos entendamos), favorecio por nuestra absurda ley eletoral. Esto casi todos lo sabemos ... la pregunta es ¿existe algún remedio, alguna alternativa?
Esta legislatura hemos podido comprobar que el PSOE desde luego no lo es. Ya no por pactar con partidos nacionalistas, sino con el más separatista y radical de todos: ERC. Cierto es que la culpa no es del todo de ZP, porque no le quedaba más remedio que pactar en el parlamento español con los mismos con los que ha pactado el PSC en Cataluña ... ahora la pregunta es ¿permitió ZP que en Cataluña su partido (o el de turno asociado) pactase con esa gentuza por falta de autoridad o carácter, por indiferencia por pensar que no iba a ganar las elecciones generales o porque le da bastante igual la cohexión del país? Desde luego no nos van a engañar a estas alturas, por mucho que se llenen ahora la boca de la palabra España, a unos meses de las elecciones, tras una legislatura tolerando y promoviendo estatutos de autonomía inconstitucionales, secesionistas e insolidarios, que han hecho echarse las manos a la cabeza al propio ministro de Economía.
¿La alternativa, entonces, es el PP? Espero equivocarme, pero creo que no. También en esta legislatura los hemos visto hacer el mamarracho en política autonómica. Piqué, Matas, Camps, Arenas y Feijoo, con el beneplácito de Rajoy, juegan a ser el lado nacionalista de la derecha sin darse cuenta de que quien los va a votar busca precisamente otra cosa (y, aunque les cueste entenderlo, la izquierda y los nacionalistas JAMÁS votarán al PP). No en vano, el único que gobierna es Camps, por incomparecencia del rival. Por coherencia con los últimos 8 años, presentándose como la única alternativa realmente nacional en España, Rajoy sólo debería aceptar gobernar en mayoría absoluta (pues tristemente no hay otros partidos, además de los nacionalistas, con los que poder pactar), pero ya hemos oído a sus escuderos de campaña hacer guiños al PNV y a CiU ¿cómo se puede ser tan miserable, después de lo que han hecho unos y otros en estos últimos años?
Ojalá alguien cambie la ley electoral y se acabe de una vez por todas con esta bisagra inmunda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Kaviardo.
Pódese reformar a lei electoral impedindo a consecución de poder por parte dos nacionalismos periféricos (que, segundo vostede, son os que molestan). Se realmente o que prima nesa reforma é número de votos, os partidos clave xa non serían os nacionalistas periféricos. IU convertiríase en terceira forza.
Digame, Sr. Kaviardo, que prefire a IU ou a ERC?

Anónimo dijo...

Señor Chei, prefiero a IU, sin ninguna duda. Ahora bien, también soy consciente de que mientras tengan por ahí a Llamazares, poco más da.

Kaviardo