jueves, 20 de diciembre de 2007

La última de los titiriteros

La cultura, en España, es prácticamente una mafia, sólo les queda matar, porque del resto hacen de todo. A pesar de todo, tiene una característica singular: es de izquierdas, o mejor dicho, "progre".
Todo esto es especialmente notable en el cine y el la música, donde prácticamente sólo hay intelectuales (por llamarles algo) de todo a cien. Es por su falta de talento por lo que se han establecido, desde hace años, como un gueto ideológico cerrado, una secta, para poder protegerse las espaldas los unos a los otros y no sucumbir por su propia mediocridad. Sobran los dedos de las manos para contar ya no a los actores dignos, si no a los que no resultan vomitivos en sus actuaciones en cine, y sobre todo en televisión (que si ya los actores son malos, lo directores son peores, véanse todas las series de Tele 5). El terreno de la música no es mucho mejor. En las radios musicales (que, por cierto, en su mayoría están controladas por el Imperio PRISA, casualidades de la vida) hay un monopolio de determinados estilos (pop de consumo y otras tendencias diseñadas para vender, como Marilyn Manson) ... y aquí también comprobamos lo asqueroso que resulta el sectarismo del gremio, que no es capaz de fabricar ni siquiera productos comerciales, no digo ya buenos, pero al menos presentables ... dirán que es fácil, pero en este país no han conseguido sacar, por ejemplo, a una petarda popera con continuidad como Paulina Rubio, Thalía o Alizee. Por eso, cuando tienes una industria que en lugar de producir música, salvo honrosas excepciones, vomita basura, pasas pronto de moda y necesitas seguir viviendo de una manera cómoda, a ser posible mejor que cuando tenías que actuar. Para eso se montó la SGAE. No hay más que ver a su fundador, Perry Flautista, una excrecencia de la música contemporánea que no vende un disco desde hace 35 años; a parte de otras joyas como las caricaturas de intelectuales que son Ramoncín y Loquillo. Ahí está la prueba de que esta organización no es más que una banda de rateros. Si realmente un "artista" cobrase de lo recaudado por el canon lo equivalente a los discos que ha dejado de vender por la piratería, estos tres individuos, entre otros, no verían un miserable céntimo, luego no se trata de eso.
¿Por qué, a pesar de todo, el gobierno los ha apoyado, teniendo a prácticamente todo el mundo en contra? Pues por varias razones. La primera es por una deuda de favores. Los pseudointelectualillos estos siempre trabajan a su favor, a través de su música, su cine, organizando manifestaciones, acusando a la oposición de preparar golpes de estado y repartiendo rosas blancas por la paz (haciendo responsables a los diputados del fin del terrorismo por su "obligación" de negociar con ETA, en lugar de a los propios asesinos), formando una secta tan cerrada que hace difícil que deje de ser así. Y la otra razón es porque saben que electoralmente les saldrá prácticamente gratis, por el sectarismo del votante del PSOE (que no olvidemos, respaldó a Felipe González cuando salía del gobierno más corrupto en democracia que ha conocido Europa occidental en el siglo XX).
Eso sí, lo mejor de todo son ERC e IU. Tendrán que escupirles a la cara la próxima vez que vuelvan a hablar de lucha de clases, capitalismo y demás mamarrachadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Kaviardo,
A radiografía que vostede fai dos titiriteiros é inxusta. Non todo é tan negro como vostede fai entender. As artes en España non están pasando o seu mellor momento, é certo. Sen embargo, párese pensar un pouco, por exemplo, no cine. O proteccionismo ao que está sometido polos nosos governantes resulta nefasto. Moitas dos filmes non os ven nin os actores (eles mesmos o din). Pero, como dicía, a súa visión non é equánime. Por exemplo, busque vostede un só país (Alemaña, Italia...) que nos últimos quince anos gañase tres Óscars á mellor película estranxeira. Coido que non o hai. Iso quere dicir algo, non? Ademais das "pedreas" con nominacións a algunha curto, a algún actor (titiriteiro el)... A cousa está moi mala pero, home, non é para tanto. Algún mérito han de ter eses chupasubvencións.
Por certo, da música, nin falo.
No tema do canón hai pouco que discutir. Hai pouca xente que estea a favor del. É un roubo legal, unha forma de recompensar o apoio dos amigos do actual governo. Aínda que de axudar a coleguillas ningún bando está libre de culpa. As stock options dun compañeiro de pupitre do ex-presidente foron algo similar.

Anónimo dijo...

Respeto su opinión, pero para mí los Óscar y las nominaciones no son síntomas de buen cine, sino amiguismo y política interna. Es un tema que daría por sí mismo un debate bastante largo. Véase si no que a directores como Hitchcock no le han dado nunca un premio de este tipo (sólo uno honorífico) o muy tarde en su carrera debido a las presiones de lobbys, como Spielberg.
Un saludo.