lunes, 26 de noviembre de 2007

Malos tratos

Ayer se celebró el día mundial contra la violencia doméstica. No me gusta demasiado llamarla violencia de género o machista, como está ahora de moda: Ni tiene por qué ser por parte del hombre ni por motivos machistas. En realidad, un crimen es un crimen, y un maltrato es un maltrato, el motivo es un tanto indiferente.
Poco queda por decir del problema en sí, uno de los que, a mi juicio, tienen más difícil tratamiento por ocurrir dentro del hogar. Me voy a centrar en los aspectos en los que no se suele hacer hincapié.
Lo primero que hay que destacar es esta cruzada asquerosa que están realizando medios de comunicación y asociaciones de feministas a partes iguales, con la excusa de la concienciación social (como si no fuese un problema conocido y con conciencia desde hace años), de engrosar a toda costa el número de mujeres muertas por esta causa, buscando únicamente el morbo y el sensacionalismo. ¿A qué me refiero? A que, con la excusa de que es un problema con mucha repercusión mediática, meten en el mismo saco los asesinatos producto de la violencia doméstica y los crímenes pasionales, cuando no tienen que ver en absoluto. Un maltratador culmina en asesinato una secuencia de violencia más o menos larga con su pareja. Alguien que cometa un crimen pasional probablemente haya respetado a su pareja durante toda su convivencia.
Por otro lado están las reformas legales para atajar este problema. Es complicado y requiere medios y leyes especiales, pero se están empezando a cruzar unas líneas bastantes peligrosas dentro del estado de derecho. Hoy en día, una mujer puede denunciar a su compañero sentimental fraudulentamente acusándolo de malos tratos, y es motivo suficiente para que lo lleven detenido y lo fichen. Como mucho, tras el "habeas corpus", el hombre quedará libre pero ... ¿qué hay de sus compañeros de trabajo y jefes, a los que ha tenido que decir que ese día no ha podido ir a trabajar por estar detenido por cierto motivo? ¿y su familia? ¿y sus amigos? ¿qué pensarán? La mayoría de quien lo conozca bien confiará en él, pero siempre habrá quien se quede con la duda. Y que rece por no tener una jefa o que la mayoría de sus compañeras sean mujeres, porque tiene los días contados en su empresa. Corporativismo irracional feminista se llama.
Por último cabe destacar algo en lo que poca gente ha reparado. Gracias al lobby feminista, hoy en día se castiga con penas más graves el maltrato a mujeres que el maltrato a niños.
A ver si ponemos un poco de racionalidad al asunto y atajamos las cosas como es debido y no de cara a la galería.

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