jueves, 11 de febrero de 2010

Garzón, una jugada maestra

Estaba muy decepcionado con Rubalcaba, Pepiño y Compañía por no tener prevista una cortina de humo en caso de otro ridículo impopular. Pero estaba equivocado. Sí la tenían, y de carambola.
Creo que el procesamiento del juez Garzón es la distracción mediática de esta semana para disimular un poco que nuestro Gobierno se está arrastrando por el suelo y que el mal olor de su gestión ya pasa de los Pirineos. Ha conseguido levemente atraer la atención.
La jugada es perfecta. Nadie sospecharía de una mano negra gubernamental que cortase la cabeza de nuestro juez estrella, que tan fielmente ha servido al PSOE desde su vuelta de EEUU. Lo mismo se ha metido en fregados en los que no tenía competencia para entorpecer a El Mundo en sus publicaciones sobre el 11-M, como ha llevado el caso Gürtel o ha sido la punta de lanza en la Ley de Revancha histórica de ZP. Por cierto que sobre el Gürtel, ¡vaya cambio desde que lo instruye Grande-Marlaska! Con Garzón, más que filtraciones, había auténticos chorreos del sumario que nutrían al grupo PRISA. Desde que no está él, nada de nada, como recordó Leguina. Escuchando a Angels Barceló en la SER, manejaba tanta información exclusiva que parecía que la jueza era ella...
¿Qué ganarían procesando e inhabilitando a Baltasar Garzón, entonces? Además de captar la atención de los medios e intentar hacer olvidar la patética situación en la que estamos, el hecho de que quiten de enmedio por la vía judicial al "justiciero" que ilegalmente blandía la espada de la Memoria histórica para Zapatero lo convierte en un mártir progre al estilo del Che en la jugarreta que le hizo Fidel en Bolivia, para crear su "mito revolucionario" e intentar conseguir un apoyo irracional a su causa a la antigua usanza. Eso le da también margen para poder "justificar" el poder meter mano en el poder judicial desde la política ante determinados sectores. De esta manera, si consigue vender que "los jueces de este país son unos fachas" basándose en la decapitación de Garzonov, tendrá bula para poner en duda cualquier sentencia que caiga sobre el Gobierno, por muy flagrante que sea el delito que pudiese cometer.
Por lo de pronto, los grupos mediáticos sectarios progres ya están haciendo campaña dando a entender los delitos no son delitos si los comete Garzón y que la justicia sólo es justa si falla a favor de la izquierda.

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