jueves, 8 de mayo de 2008

Va de nacionalismos

No deja de sorprenderme la actitud de determinados individuos de la progresía mal llamada intelectual y mediática de tolerar los nacionalismos separatistas según de dónde vengan.
Los nacionalismos vasco y gallego, el imperialismo catalán; el separatismo de esa nación terrorista que es Chechenia, o la de autonomías gobernadas por grupos terroristas, como Palestina ... son tolerados e incluso justificados. No hablemos, sin embargo, ya no de las intenciones separatistas, sino de la presunción de identidad y desmarque del imperio catalán de Valencia, porque será censurado y ridiculizado enseguida.
No he visto, sin embargo, condenar a Marruecos por su invasión y extorsión al Sahara, ni tampoco a China por lo mismo con respecto al Tíbet. Eso sí, el separatismo naciente Boliviano es producto de una conspiración entre Estados Unidos, Repsol y Aznar para desestabilizar el país y truncar el triunfo legítimo de la revolución Bolivariana (la toma de Sudamérica por pseudodictadores bananeros semianalfabetos, en cristiano).
Por eso cuando un artista extranjero (por ejemplo luchadores de Pressing catch) viene a España, no terminan de entender determinadas cosas. Mucha gente no sigue, y menos se emocionan, siguiendo a Lilian García cantando el escobariano tema de "¡Que viva España!", y HHH y Jericho no terminan de entender por qué es el único país en el que la mayoría de la gente no se emociona y vitorea cuando, al ganar un combate levantan, extienden o incluso cuelgan de un poste la bandera nacional. Eso sí, todos nos unimos en coro para llamarle hijo de puta a Carlitos.

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