jueves, 12 de enero de 2012

Resumen del zapaterismo

Es justo que a estas alturas hagamos un breve resumen de lo que ha supuesto para este país y para el mundo el recién deshauciado de la Moncloa Zapatero. Pocos personajes tan grotescos han tenido un puesto tan relevante en España.
ZP ha sido un hombre que no ha dejado indiferente. Fue aclamado y seguido casi de manera fanática por unos y muy criticado por otros. Su discurso radical, anticlerical y relativista sedujo incluso mucha gente que habitualmente no vota al PSOE. Hoy, y por una temporada, su partido está pagando los platos rotos.
Creo que la principal razón por la que ha sido un pésimo presidente, dejando aparte su escasa capacidad, es que realmente su meta vital es otra: Perdurar, inmortalizarse... Por eso siempre se ha prodigado en frases horteras de lírica de tasca con la esperanza de que alguna de ellas se convierta en una cita que alguien reproduzca alguna vez en un medio destacado. El verdadero objetivo de Zapatero nunca fue el Gobierno de España en sí (ni ha gobernado de verdad nunca, ni le ha importado España lo más mínimo), sino que éste fuera su trampolín para ganar algún día el Nóbel de la Paz... De ahí su ocurrencia de la Alianza de civilizaciones. Pero le ha salido mal. Para todo hay que valer.
Zapatero gobernó dos legislaturas seguidas. Ganó, pero nunca entusiasmó. Salvo el caso especial de Calvo Sotelo, es el único presidente del Gobierno que no ha logrado una mayoría absoluta ni se ha acercado a ella. Y ambas elecciones fueron ganadas de una manera "especial".
No hace falta cometar mucho acerca de las elecciones del 14 de marzo de 2004, cuando el atentado terrorista tres días antes, descaradamente planificado para perjudicar electoralemnte al PP (o beneficiar al PSOE, según se quiera interpretar). Todos recordamos los terrositas suicidas de los trenes aparecidos por obra y gracia de Iñaki Gabilondo en la SER, al que tres supuestas fuentes solventes de información (que todavía estamos esperando que nos revele) dieron incluso detalles... De una información absolutamente falsa. Tampoco se nos borra de la mente la figura de Rubalcaba en la palestra, obviando la jornada de reflexión para reclamar para España un Gobierno que no le mienta... Curioso desideratum viniendo del portavoz del ejecutivo que tapó el GAL. Es justo reconocer que el slogan que diseñaron para su campaña "Zapatero Presidente", abreviado como ZP, fue un rotundo éxito, hasta el punto de ser imitado por otros candidatos años después. Después de la masacre, llegó la calma. ZP desde el Gobierno y Cebrián desde el País reclamaron desde el primer minuto que el caso se esclareciese de cualquier modo y muy rápidamente, como si a esas alturas de la película hubiese perdido importancia...
Y el señor Rodríguez llegó al poder, poniendo de manifiesto la frase que le atribuyen haber dicho a su mujer: "Sonsoles, si yo llego a presidente, es que puede serlo cualquiera". En ese 2004 empieza la que probablemente fue la legislatura más esperpéntica de la historia de este país. Los coqueteos soberanistas de Maragall, en luna de miel con ERC y con un conseller en cap que había ido a Perpignan a negociar con ETA para que no matase catalanes, obligaron a Zapatero (aunque nunca se le ha visto a disgusto en ese ambiente) a negociar y a buscar apoyos en el Congreso con la formación separatista. Fue un comienzo muy premonitorio en lo que iba a ser la política autonómica de ZP: "aceptar todo lo que venga del paralamento catalán", dar pávulo en Las Cortes a que Ibarretxe mostrase en el escenario más privilegiado su desprecio por España al presentar el plan que llevó su nombre... De la boca de José Luís salieron barbaridades tan impropias e irresponsables de un presidente como "España es una nación de naciones" o "España es un concepto discutido y discutible". Fue tal el desarraigo que tuvo este Gobierno con su propia nación que se vió obligado a empezar a poner la coletilla de "Gobierno de España" en la publicidad institucional para intentar tapar la mala imagen que ya estaban proyectando incluso en su propio electorado. Tal es así, que estos días Rubalcaba insiste en la necesidad de que el PSOE vuelva a ser un partido nacional.
La primera legislatura también fue la del guerracivilismo. La obsesión de ZP con la segunda república le llevó a resucitar odios ya enterrados hace muchos años, a crear frentismo, a identificar a la derecha con el franquismo, y a jugar a aprendiz de nigromante con el lanzamiento de la Ley de Memória histórica (selectiva), destinada a la recuperación de cadáveres de fosas comunes y a redenciones, pero sólo de un bando, del bando de "los buenos", como dijo Peces Barba. Nunca en la democracia se había vivido tal crima de crispación y enfrentamiento entre las dos grandes fuerzas políticas, ni de una manera tan encarnizada.
De 2004 a 2008 se gobernó realmente poco, aunque siempre con el sello característico de Zapatero: la improvisación, el efectismo y el combo "prueba y error". La primera propuesta de ZP fue bajar el IVA de los libros sin saber que no era competencia suya. Primera metedura de pata, tanto en lo que salió por su boca como en las excusas posteriores. El tirar la piedra y esconder la mano fue una de las constantes en la estrategia política en este período: Cuando una medida resultaba polémica, ésta se negaba y se le improvisaba un cambio. El ejemplo más curioso fue el intento de suprimir los términos padre y madre de la legislación para sustituirlos por "progenitor A" y "progenitor B" en el contexto de la creación del matrimonio homosexual. Sólo había que preocuparse por lo pintoresco, efectista y provocador. ZP tiene el mérito de haber conseguido sacar a cientos de miles de personas de derechas a la calle a manifestarse... Ante la indignación y mofa de los medios filosocialistas, que consideraban que la calle pertencía a la izquierda. Muy probablemente se le pasó por aquel entonces por la cabeza a José Luís el suprimir cualquier asignación de dinero del Estado a la Iglesia Católica... Pero cuando alguien le hizo ver los miles de millones que se ahorra el Estado en gastos sociales gracias a ella, se le debieron de quitar las ganas. También fue mérito suyo la introducción en las aulas de una asignatura "cajón de sastre" sin definición clara, muy susceptible de ser el caballo de Troya de propaganda política.
La Economía iba muy bien, así que la técnica de los brazos cruzados fue suficiente. Su gran aportación en este campo fue la maniobra fallida de destrozar y regalar Endesa a Gas Natural como tributo al separatismo catalán. La bochornosa actuación posterior, cuando les salió el tiro por la culata, de vetar de manera irregular a EOn para favorecer a una energética estatal italiana fue todo un ejemplo al más puro estilo Chávez o Morales de cómo provocar la huída de inversores extranjeros. Todo sin olvidar que quien por aquel entonces era ministro de Industria, José Montilla, acababa de recibir como "premio" un millón de euros perdonados de un crédito por la Caixa, accionista mayoritaria de Gas Natural. Por supuesto, Montilla no dimitió ni la Justicia investigó el caso.
Salvo la honrosas excepciones de Jordi Sevilla o Solbes, el gabinete de Zapatero fue de un perfil absolutamente lamentable. Dicen las malas lenguas que para no hacerlo parecer todavía más incapaz de lo que es. En total, por el ejecutivo del señor Rodríguez pasaron tres ministros sin titulación universitaria ni formación o experiencia que les otorgase solvencia para el puesto. Uno de ellos (Montilla), llegó incluso a ser presidente de la Generalidad catalana. José Blanco, de idéntica preparación, era por aquel entonces secretario de organización. Y en la últia legislatura llegaría Corbacho. También hubo sitio para ministros titulados, pero igualmente nocivos: Carmen Calvo, famosa por la frase de "el dinero público no es de nadie"; María Antonia Trujillo, que recomendó a los jóvenes vivir en pisos más pequeños que su despacho; Jesús Caldera, alias Mr Tip-Ex, famoso por repartir a los medios de comunicación documentos falsificados en una rueda de prensa de Rajoy cuando era vicepresidente... Y por supuesto, el inefable Moratinos.
En política internacional, España pasó de ser un país tenido en cuenta en la UE y en el mundo a reptar entre pseudodictadores bananeros que encima nos tomaban el pelo. Bono, además de ministro de Defensa, era tratante de armas con este tipo de regímenes a tiempo parcial. Es de Zapatero el mérito de ser el primer presidente de la democracia española que no se reúne ni en la Moncloa ni en la Casa Blanca con el de Estados Unidos. Con Bush ni siquiera llegó a hablar en persona. El estilo ZP contribuyó a alimentar el tópico del modus operandi despreocupado, irresponsable e improvisado que supuestamente tenemos los españoles.
Otro hecho destacado de la primera legislatura socialzapaterista fue la administración de la enésima tregua-engaño de ETA. Fue tal el convencimiento e irresponsabilidad del Ejecutivo por aquel entonces, que el mismo presidente llamó al ex-etarra Otegi "hombre de paz" y la vicepresidenta De la Vega, en un acto de desprecio a las víctimas, declaró que en el "proceso de paz" no habría "vencedores ni vencidos". Rubalcaba, como ministro de Interior, verificaba el alto el fuego al mismo tiempo que ls terroristas robaban pistolas en Francia. Mientras tanto, la justicia española estaba de vacaciones y sólo Francia y el juez Marlaska detenían etarras. No conformes con esto, ZP y su equipo siguieron negociando con ETA incluso después del atentado de la T4 (mintiendo a los españoles al respecto, como confesó en una entrevista río con Pedro J. Ramírez)... No es de extrañar. Según los documentos filtrados a Wikileaks, el PSOE ya se reunía con ETA desde principios de 2004... Y que cada uno saque sus propias conclusiones.
Relacionado con el tema de ETA, el tratamiento del caso De Juana Chaos puso de manifiesto lo ficticia que es la separación de poderes en España. Antes del final de la "tregua", Rubalcaba buscaba fórmulas de tenerlo controlado fuera de prisión, dando por hecho que saldría... Una vez finalizada la tregua, se buscó otro delito para que el etarra siguiese en la cárcel (que antes parecía no existir) y en España se vuelven a perseguir y detener etarras.
Al final de la primera legislatura, España seguía siendo optimista. Se oía el ruído de la crisis mundial acechante, pero los famosos 400 euros y la negación del problema contrapuesto con la promesa del pleno empleo ayudaron a ZP a ganar por segunda vez. En esas elecciones, tanto el PP como el PSOE ganaron votos y escaños... Hasta tal punto que el Partido Popular consiguió "sólo" medio millón de votos menos que el 20N. A la vista del reparto de diputados, quedó de manifiesto que el caladero donde pudo conseguir mejorar ZP fue la extrema izquierda: IU quedó relegada ser prácticamente una fuerza marginal y el PSC suplantó a ERC en Cataluña. Las estrategias efectistas y radicales de Zapatero habían dado sus frutos. Quizás ese tipo de voto es muy volátil, pero en ese momento le fue de gran utilidad.
Si la primera legislatura fue esperpéntica, la segunda la firmaría el mismo Valle-Inclán. Desde el principio, ya sonaba cansino y trasnochado el tono efectista que seguía utilizando Zapatero. Inauguró la legislatura inventando un excrecente ministerio de Igualdad, con fines puramente propagandísticos; nombró a Chacón embarazada ministra de Defensa con idéntico fin y para lavar su imagen catalanista (probablemente su candidato preferido era Zerolo, pero no se atrevió en el último momento a designarlo). Por el resto, seguían prácticamente los mismos, aunque Bermejo tuvo que dejar su puesto en muy poco tiempo, debido a su aficción a la caza con jueces en procesos importantes...
Pero la crisis llegó y ya no pudo negarse la evidencia. Durante toda la legislatura, Zapatero y su gobierno se vieron incapaces de gestionarla de manera correcta y continuó la técnica de la improvisación. Eso sí, lo que ese Gobierno tenía de incapaz, es justo decir que lo compensaba con prestidigitación: fueron auténticos expertos en tapar medidas polémicas e impopulares con golpes de efecto, ya sea una polémica ley del aborto, un posado de la familia Rodríguez Zapatero con sus hijas disfrazadas con los Obama, o el asalto a la SGAE con detención de Bautista incluída. No faltaron ocurrencias, como el Plan E, auténtico embuste para disimular el altísimo paro en la construcción que sufre el país, que sólo sirvió para drogar al Sistema durante unos meses para crear una falsa sensación de tranquilidad y desperdiciar miles de millones de euros. Finalmente, aunque silenciado por muchos medios, se dice que España entró en "suspensión de pagos" en mayo de 2010. Pagaría por oír lo que Obama y Merkel le dijeron aquel día al ex-presidente para que de repente se pusiese a intentar tomar medidas "razonables" para atajar una crisis económica.
Bibiana Aído también fue frecuentemente el títere disuasiorio que necesitó Zapatero en una legislatura tan desastrosa. Esta mujer inexperta trató de convencernos desde el inicio de que el hombre es una especie de ser naturalmente maligno, un machista y maltratador nato necesitado de reeducación. Su ley de violencia de género, cuantitativamente, no sirvió más que para que, en muchos casos, los hombres puedan ser detenidos con una simple denuncia con la excusa de un maltrato. Con Aído también llegó la barra libre en el aborto, incluso para menores, hasta los cinco meses de gestación. En ese contexto nacieron sus famosas declaraciones sobre lo que es o no un ser "una persona humana". Este es otro buen ejemplo de la praxis zapaterista: la política debe prevalecer sobre la ciencia o sobre el sentido común. Bibiana no acabó la legislatura, pero para disimular el fracaso de su ministerio, el Gobierno le inventó un puesto en la ONU a cargo de los españoles.
En el exterior, España seguía siendo un contraejemplo. Nuestro país fue a menudo benefactor de piratas y terroristas pagando puntualmente cualquier rescate que se le pidiese, hasta el punto que pícaros somalíes fueron capaces de estafar un millón de euros a nuestros servicios de inteligencia. Pero en esta ocasión, la piel de toro contó con un inestimable ministro de Exteriores que tuvo que resolver muchos de nuestros problemas más graves: Nicolas Sarkozy. El presidente francés tuvo que rescatar a la tripulación española de Chad y resolver el tema de Haidar ante la inoperancia de Moratinos.
La segunda legislatura fue en la que Zapatero tuvo que pagar tributo a "los artistas de la ceja". Con el ya ilegal canon de la SGAE en vigor, se nombró ministra a Ángeles González-Sinde, que fue recibida a patadas hasta por el propio electorado socialista desde el minuto uno.
Las cosas no iban bien para ZP, que veía como el PSOE se hundía en intención de voto y el paro se disparaba. Tuvo que reconocer implícitamente que lo estaba haciendo mal, suprimiendo varios ministerios (entre ellos Igualdad, considerado inútil hasta por los progresistas) y sustituyendo a la mayoría de sus ministros peor considerados (Moratinos, De la Vega, Magdalena Álvarez...). Como golpe de efecto, nombró a Rubalcaba "supervicepresidente", que en la práctica sería el presdidente del Gobierno de facto hasta el final de la legislatura. En ese momento, Zapatero pasó a ser un zombi político que se dedicaba a acudir a las reuniones internacionales pertinentes y que ni siquiera presidía los Consejos de Ministros.
No sirvió de nada que el gobierno socialista se obstinase en agotar la legislatura a toda costa... Puede que sólo el miedo a una posible derrota mayor en las urnas por las malas perspectivas del año 2012 les llevaron a convocar elecciones anticipadas. Los casos Campeón y Faisán (aún por esclarecer) le dieron la puntilla. Y en este contexto, ETA anuncia un "alto el fuego definitivo". De este modo, la era zapaterista termina como empezó, con un grupo terrorista intentando ayudar a ganar unas elecciones.
Tampoco sirvió que el candidato fuese Rubalcaba, que cosechó la peor derrota de su partido desde las primeras elecciones de la Democracia.
Como balance positivo, creo que lo único que podemos sacar en limpio es el intento de establecer un régimen custodia compartida en caso de separación o divorcio, más acorde con el modelo familiar actual... Y sobre todo los innumerables momentos que nos regaló este Gobierno para reír y bromear.

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